Antes de determinar los diferentes efectos de la carga de trabajo en cuerpo, es importante tener claro el concepto de carga y sus efectos en los deportistas.
En el contexto del entrenamiento deportivo, la carga se identifica con la totalidad de estímulos de entrenamiento efectuados sobre el organismo. Generalmente estos estímulos son el conjunto de ejercicios realizados en una sesión de entrenamiento, determinados por el entrenador y realizados por el deportista durante cierto número de veces y a una intensidad determinada.
Basándonos en la teoría del stress para elaborar el principio de sobrecompensación, cuando nosotros aplicamos un carga de entrenamiento al organismo del deportista, como consecuencia se producirá una fatiga, acompañada de una pérdida de rendimiento y una disminución de las reservas energéticas actuales. Con el paso de las horas/días y el debido descanso (buena hidratación, nutrición y descanso nocturno), el organismo del deportista irá recuperando su condición inicial, y posteriormente se producirá la llamada “fase de sobrecompensación” que nos permitirá incrementar el rendimiento gracias a los procesos adaptativos que se producirán en el organismo del deportista.
Según el tipo de carga aplicada y la recuperación, encontraremos diferentes tipos de sobrecompensaciones; positiva, negativa, nula o de efecto acumulado.
En este caso, nos centraremos en las cargas negativas, cargas que se producen de forma repetida en condiciones de recuperación incompleta. Este tipo de cargas son importantes debido a que su prolongación en el tiempo nos dará lugar al sobre entrenamiento.
Una vez entendidos los conceptos anteriores, y en respuesta a la pregunta inicial, un exceso de carga/entrenamiento junto a una falta de descanso y una falta de recuperación durante un periodo de tiempo prolongado, nos producirá el conocido Síndrome del Sobreentrenamiento.
A continuación desarrollaremos las diferentes causas del sobreentrenamiento:
- Exceso de Entrenamiento. En deportistas inexpertos, amateurs o deportistas que no están adaptados al ejercicio de alta intensidad, este hecho favorece exponencialmente el desarrollo del síndrome de sobrentrenamiento. Por lo tanto, en deportistas menos profesionales o menos experimentados en cualquier disciplina deportiva, la dosificación tiene que ser mayor. Es importante interpretar las señales que nos da el cuerpo, y a pesar de lo que ponga en el calendario deportivo, si es necesario, se descansa en lugar de entrenar.
- Agotamiento del Sistema Nervioso. Durante cualquier movimiento corporal, el cerebro, en primer momento manda una señal nerviosa, unos impulsos hacia los músculos que realizarán el movimiento, provocando el movimiento contráctil buscado. Después de varios entrenamientos intensos, se producirá una disminución de la intensidad de la señal nervioso enviada por el cerebro, pese a que los músculos estén en plena forma.
- Falta de Nutrientes. Mantener un alto volumen de entrenamiento e intensidad, sin un aporte correspondiente de calorías, es un posible sinónimo para producir una recuperación incompleta. Nuestro cuerpo necesita combustible para rendir, verse desprovisto obliga a “dejarnos en reserva”. Asimismo, cuando el entrenamiento demanda la vía glucolítica, no compensar con la cantidad de carbohidratos necesaria será totalmente contraproducente. De igual modo, no cumplir con las proteínasque nos son necesarias, podrá producir una falta de aminoácidos, elementos esenciales para la regeneración muscular.
Es importante que todo deportista o entrenador, sea consciente de los posibles signos y síntomas que se pueden producir en el sobreentramiento. Una detección precoz de estos nos permitirá evitar complicaciones a la larga y al mismo tiempo, nos permitirá facilitar la debida recuperación del deportista:
- Sensación de agotamiento, cansancio, falto de energía…
- Dolor en músculos y articulaciones.
- Descenso brusco en el rendimiento.
- Dolores de cabeza.
- Decaída del sistema inmunitario (más propenso a resfriados, dolores de garganta, …)
- Decremento en la capacidad de entrenar, así como la intensidad aplicada al mismo.
- Cambios de humor.
- Cuadros depresivos.
- Pérdida de las ganas de entrenar, de hacer deporte.
- Pérdida del apetito.
- Aumento sustancial en el número de lesiones.
Para concluir, es importante tener en cuenta la diferencia entre fatiga muscular y sobreentrenamiento, ya que no todos los síntomas descritos anteriormente en todas las situaciones son considerados Sobreentrenamiento. Todo deportista después de cualquier práctica deportiva o sesión de entrenamiento puede experimentar en las horas posteriores sensación de falta de fuerzas, dolor, etc… En estos casos, nos encontramos ante una fatiga puntual, que, durante el transcurso de unos días, desaparecerán y volveremos a estar recuperados.